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Hace dos años, el 1 de julio de 2018, Mexico se desbordó en las urnas en las elecciones presidenciales para demandar, masivamente, un cambio de régimen y de política económica, bajo el lema "Por el bien de todos, primero los pobres".

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Al tomar el poder presidencial, Andrés Manuel López Obrador ofreció terrminar con la corrupción gubernamental, con el derroche presupuestal, con los privilegios de la clase política, y separar el poder político del poder económico, para que el gobierno y las instituciones del Estado mexicano, dejaran de ser instrumentos en favor de los más ricos y de las corporaciones multinacionales extranjeras.

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Con la llegada del Movimiento de Regenaración Nacional (MORENA), a la mayoría del Congreso y Senado federales, el gobierno de AMLO ha podido, a jalones y estirones, iniciar el cambio legislativo necesario para que males nacionales como la condonación de impuestos y deudas al erario público por parte de las empresas nacionales y extranjeras, sean prohibidas por ley.

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Ademas de impulsar la redistribución del presupuesto nacional a programas de apoyo a los sectores más empobrecidos y vulnerables del pais, y la implementación de proyectos locales y regionales, así como mega-proyectos para reactivar a la fuerza laboral y aumentar el poder de consumo de los sectores empobrecidos del país.

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LOS CONSERVADORES AL ATAQUE

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López Obrador y MORENA han revuelto las aguas de la vida nacional al punto de que actualmente las fuerzas más conservadoras, los privilegiados del anterior Status Quo, ante su incapacidad de ofrecer una oposición sólida e inteligente,  reaccionan visceralmente atacando con sobredosis de calificativos y denostaciones hacia cualquier gesto, palabra, acción u omisión de López Obrador.

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Pero la oposicion de derecha, los que hacen protestas en tacones de marca o pitando los claxón de sus autos de lujo, es una oposición errática, con escaso poder de convocatoria, aunque con fuertes recursos para inundar los medios sociales de bots, o campañas de fake news.

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El colmo es la crítica superficial y baladí que señala los "lujos" que se dan los hijos y la esposa del presidente de México, en vez de una crítica frontal a las acciones, esas sí de fondo, de desmantelamiento de la política anterior de privatizaciones, para detener el avance de la politica economica neoliberal que durante mas de 30 años, dos generaciones de mexicanos, padecieron con las privatizaciones de las empresas estatales y los recursos naturales del pais.

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Al conmemorar el segundo anuiversario del triunfo en las urnas, López Obrador  afirmó que para él y millones de mexicanos "el 1º de julio es sinónimo de democracia y que hay avances en el principio de separación de poderes, el Estado de Derecho, la aplicación de la revocación de mandato y la abolición de fueros e inmunidades de los servidores públicos".

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¡El cambio en México va!

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